Hombre herido se comportó como un toro bravo en el Darío Contreras

Por Genris García 

SANTO DOMINGO ESTE.- Seis policías y tres oficiales, no pudieron evitar una agresión física contra el periodista Darío Mañón, director de prensa y relaciones públicas del Hospital Doctor Darío Contreras, por un hombre con una puñalada en el costado

izquierdo que se reveló contra todo el mundo en el centro asistencial este primero de enero.
Fue necesario que un empleado del centro médico introdujera un dedo en la herida del joven que se identificó como Rafael Tejada para que liberara al comunicador, luego de destruir el cristal del área de pago de servicios y una buena dosis de gas pimienta que también llevó el agredido y su defensor.
El hombre, llegado de quien sabe qué sector, bajo los efectos del alcohol y tal vez de otras sustancias tenía la fuerza de un buey herido y sacudió a Mañón hasta casi tirarlo al suelo.
Durante el incidente quedó demostrado que los agentes de la Policía dominicana sólo saben defenderse dando tiros y que las enseñanzas de defensa personal sólo está en los discursos de sus oficiales en las pomposas graduaciones que hacen en las escuelas de entrenamientos.
El pacífico y bonachón de Darío Mañón hizo lo que siempre hace cuando se presentan incidentes con pacientes en el hospital en el que lleva la difícil tarea de comunicar las buenas y malas noticias, mediar.
Sin embargo, su agresor le fue encima y lo zarandeaba como torero desalmado.
Cuando ya había destruido el cristal del área de pago de servicios y estrujar a varios policías comenzó a correr hasta que agentes lo persiguieron hasta la avenida Las Américas, dónde lograron detenerlo.
Después de “sometido a la obediencia”, esposado y con los ojos ardiendo por el gas pimienta, con la intervención de su padre, un hombre muy decente que no fue identificado, Tejada se calmó.
Su padre se disculpó con el periodista Mañón y pago el cristal que su hijo rompió a trompadas para así evitar que este terminara tras los barrotes de algún destacamento de la Policía.
A pesar de los estrujones Mañón se puso su mejor traje de decencia y por encima de muchos que esperaban ser atendidos, lo llevó a que le hicieran la radiografía, y cura, pero aún rebelde, se colocó a los pies de la escalera que da a la segunda planta.
Una hora después, reporteros deVIGILANTEINFORMATIVO.COM lo encontraron tirado en el piso del pasillo que da al área de suturas esperando que lo vieran los cirujanos.

 
Barahona, República Dominicana.